El diseño de sala de control es un proceso que combina tecnología, ergonomía y arquitectura, puesto que se utilizará para tomar decisiones críticas en tiempo real. Ya estemos hablando de centros de monitorización de datos, control de tráfico, seguridad, operaciones logísticas o sistemas industriales, el diseño de la sala puede marcar la diferencia entre una operación fluida y una caótica. Dicho esto, os vamos a desglosar todos los aspectos clave de una sala de control, desde los principios básicos hasta lo más específico. ¡Empezamos!
Aspectos básicos del diseño de una sala de control
El pilar fundamental del diseño de una sala de control es pensar en las personas que van a trabajar en ella. No basta con llenar el espacio de pantallas y equipos de última generación, es nuestro deber asegurar el bienestar de los operadores. Los turnos suelen ser largos, y la concentración debe mantenerse al máximo. Por eso, factores como la comodidad, el ruido, la temperatura o la fatiga visual no son un extra, son esenciales. La tecnología debe estar siempre al servicio de la persona.
Antes de empezar a levantar paredes o instalar cableado, es necesario que te pares y realices un estudio bien detallado de lo que necesitas en esta sala: ¿Qué funciones va a cumplir la sala? ¿Cuántos operadores trabajarán? ¿Qué tipo de información deben gestionar? Todo esto te va a ayudar a determinar la distribución de todo el mobiliario, la colocación de las pantallas, y la selección de equipamiento. El diseño debe ser modular y escalable, pensado para que pueda evolucionar con tiempo y con posibilidad de incorporar nuevas tecnologías sin necesidad de una reforma completa.
El último aspecto básico es la ergonomía. Las estaciones de trabajo deben permitir que los operadores mantengan una postura natural, con el menor esfuerzo posible. Por lo tanto, os recomendamos siempre que contéis con unas sillas lo más cómodas posibles, y que sean ajustables. También deberías:
- Mantener una altura adecuada de monitores y escritorios.
- Disponer de pantallas de gran calidad visual y el tamaño adecuado.
- Distribuir bien el equipamiento de forma que se pueda evitar movimientos repetitivos o giros bruscos.
Factores clave para una sala de control
El diseño de una sala de control debe responder a condiciones particulares, pero aún así, hay ciertos aspectos clave que no puedes pasar por alto.
Superficie de la sala
El tamaño del espacio debe estar adaptado al número de operadores y a los equipos necesarios. No se trata de que sea enorme, sino de que sea funcional y fluida. La circulación debe ser fácil, sin obstáculos, y debe preverse espacio para futuras ampliaciones.
Climatización
Los equipos electrónicos generan mucho calor, así que es imprescindible que cuentes con un sistema de climatización eficiente, silencioso y constante, que evite temperaturas extremas que puedan afectar tanto a las máquinas como a las personas.
Iluminación
Una buena iluminación debe evitar reflejos y deslumbramientos. Si tienes la posibilidad de que la luz sea natural, mejor, es mucho más preferible, pero debe controlarse mediante cortinas o cristales polarizados. La iluminación artificial, por su parte, debe ser regulable y de temperatura neutra, para evitar la fatiga ocular.
Accesibilidad
Todo el personal debe poder acceder fácilmente al equipamiento. Por lo tanto, en la medida de lo posible, debes contar con pasillos anchos, además de instalar puertas automáticas o sin barreras, y mobiliario adaptado. También es clave prever zonas para mantenimiento, cableado y almacenamiento que no interfieran en el trabajo diario.
Mantenimiento
Tu diseño debe contemplar zonas técnicas de acceso rápido para poder realizar tareas de mantenimiento sin detener la operación. Los cables deben estar bien canalizados, y los sistemas deben permitir sustituciones rápidas sin desmontajes complejos.
Acústica
Cuidado con el ruido, es algo que genera mucho estrés y fatiga. La acústica debe estar cuidadosamente diseñada para tener el mínimo eco posible, estar bien aislada de ruidos externos y permitir la comunicación clara entre operadores. Se pueden emplear paneles absorbentes, alfombras técnicas y techos fonoabsorbentes.
Conectividad
Importante que tu sala de control tenga una conectividad impecable. Tanto a nivel de red local (LAN) como en redundancia de conexiones externas. Todo debe estar pensado para que la información fluya sin interrupciones.
Distribución
La distribución del mobiliario y los puestos de trabajo debe permitir supervisión fácil, comunicación directa y visibilidad completa de las pantallas principales. Te recomendamos el diseño en «anfiteatro» o con puestos en semicírculo, suele ser lo más eficaz.
Seguridad
El control de acceso, la videovigilancia, la protección contra incendios y los planes de evacuación deben formar parte del diseño desde el inicio. Además, en entornos sensibles, la seguridad lógica y cibernética también es prioritaria.
¿Qué se necesita en una sala de control?
Además de todo lo que te hemos mencionado, una sala de control requiere de:
- Un sistema de videowall para monitorizar todos los datos críticos. Si necesitas más información quizá te interese este artículo sobre qué es un videowall.
- Software de supervisión adaptado al tipo de operación (SCADA, VMS, BMS, etc.).
- Sistemas de respaldo, es decir: baterías, SAI, generadores, redundancia de servidores.
- Sistema de comunicación interna como auriculares, intercoms, paneles táctiles.
- Sistemas de registro para grabar y documentar acciones o incidencias.
¿Qué tamaño debe tener una sala de control?
La verdad que no hay una respuesta única, pero, como referencia, os recomendamos entre 6 y 10 m2 por operador. También depende del tipo de operación, la cantidad de pantallas, y el tiempo de uso diario, pero con esas medidas debería ser suficiente.
Por ejemplo, una sala de control para tráfico puede requerir grandes videowalls visibles desde lejos, mientras que una pequeña sala de monitorización en un centro de datos puede ser mucho más compacta. Ten en cuenta que debes prever, además, espacios para descansos o rotación, una sala técnica para servidores, y una zona back-up o redundancia operativa.
¿Qué se debe tener para diseñar un sistema de control?
Hay 7 puntos imprescindibles les también para que el diseño de un sistema de control esté perfecto:
- Análisis de las necesidades: objetivos, procesos a supervisar, riesgos, y escalabilidad.
- Cómo va a ser la arquitectura, ¿Centralizada, distribuida, o mixta?
- Selección de los componentes: sensores, controladores, software y comunicaciones.
- Diseño de la interfaz para una pantalla mucho más intuitiva, alarmas claras, y para tener una jerarquía visual establecida.
- Pruebas de seguridad (ciberseguridad, fallos de alimentación, latencia).
- Formar bien al personal con manuales, protocolos y simulacros.
- Mantenimiento preventivo programado. Si quieres saber más de esto, quizá te interese esta guía para el mantenimiento preventivo.
En definitiva, el diseño de una sala de control es un proyecto complejo que debe tener en cuenta desde el factor humano hasta los más mínimos detalles técnicos. Un espacio bien planificado puede marcar la diferencia entre una operación eficaz y una llena de interrupciones y errores. Pensar a largo plazo, con flexibilidad y enfoque humano, es la mejor garantía.


